Conocer a tu público objetivo es uno de los pasos más importantes de una estrategia de marketing. El no tenerlo definido supone un riesgo que nos puede llevar a una comunicación y acciones equivocadas.
¿Qué es un buyer persona?
Es un arquetipo de nuestro cliente ideal. A diferencia de un proceso de segmentación, el buyer persona tiene un acercamiento más emocional, como si estuviésemos describiendo a una persona real. Y es que así somos los consumidores, seres complejos con una variedad de motivaciones. Identificar genéricamente variables sociodemográficas o psicográficas no significa que sabemos realmente cómo es nuestro consumidor.
Por ello, es esencial darle una identidad a nuestro personaje: nombre, edad, personalidad, dónde vive, cómo es su familia, qué le gusta hacer, entre otras cosas. Nos imaginamos a nuestro cliente con datos reales sobre su comportamiento, creando una historia personal con motivaciones, objetivos, retos y preocupaciones.
5 aspectos a tomar en cuenta al hacer un buyer persona
Realiza encuestas y entrevistas
Deducir sobre los intereses o comportamientos de tu cliente puede ser un gran error. Antes de describirlo, debes basarte en data real.
Analiza a tus clientes
Recopila datos sobre clientes pasados, recurrentes y potenciales. Descubre sus necesidades e identifica en qué los puedes satisfacer.
Aplica ejercicios de conocimiento del cliente
Herramientas de Design Thinking, como el Mapa de Empatía, Customer Journey, Customer Profile Map, entre otros, harán este trabajo mucho más fácil y realista.
Detecta los pains y gains de tu consumidor
Si conocemos el dolor de nuestro cliente, conocemos algo muy valioso: su driver, la motivación que lo impulsa a hacer una búsqueda relacionada a nuestro producto o servicio.
Humaniza a tu personaje
¡No olvides que hablamos de personas reales! Agrega todos los detalles que creas convenientes y que se relacionen a tu producto. Con eso establecido, podrás poner en marcha tu comunicación.